
Ahora yo también quisiera volar
pero no tengo alas
ni siquiera un paracaídas decente
que frene el golpe contra el suelo,
las palabras que no digo,
la verdad más pura y absoluta,
bien conoces la historia de este cuento.
Cuando vuelvas
ni tu ni yo sabemos lo que ocurrirá,
pero hoy no quiero pensarlo:
tengo dudas pegadas a la garganta
y un hambre atroz
que tiembla de nervios.
"por no callarme la boca,
me hice experta en silencios..."
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