
de las horas tristes
que no están en el reloj.
Háblame de ti
o del tiempo
o de lo primero que haces
al levantarte por la mañana.
Háblame de lo que se te ocurra
mientras la ciudad arde
a nuestra espalda
y desvirgamos bosques de ceniza.
Háblame aunque no hables:
consumemos la palabra y las raíces,
háblame de labio a labio,
de infierno a infierno
hasta que se acabe el aire,
la voz
la vida;
hasta que sólo nos quede este silencio.
3 comentarios:
distinto a lo que me tienes acostumbrado
y
precioso...
una sorpresa encontrarme este fragmento tuyo. una sorpresa encantadora
la dulce belita
quién lo iba a pensar XD
de veras, me ha gustado. es ... bonito. si. eso es.
por quedarme con un adjetivo
un beso
Este me gusta como si fuera mío.
lazaro...gracias nene, si, es uno de esos escritos para mi, aunque Billy se lo puede quedar cuando quiera.
besos a los dos
isa
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