
hoy no puedo prenderte el sol
las bombillas no son más que sombras disfrazadas
y yo aprendí a caminar a tientas
sin necesidad de perros lazarillos
tan silenciosa
que dirías que no toco el suelo
que levito por encima esquivando la mugre y las paredes,
el amor terrenal.
Puedes quedarte o escapar
al final se hará de noche en la ventana, sin remedio.
Te invito a intuir el rastro negro en las baldosas
la luz de la plaza mayor
o a escuchar el ruido inmenso de mi boca
llena de silencio.
2 comentarios:
pasa casi con todo, a dondequiera que voy hay silencio y todos hablan de silencio. Estoy predispuesto a él
Bellísimos versos, un abrazo.
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