Bienvenidos a Tierra de Nadie

viernes, 20 de abril de 2012

VIEJO HOTEL


El mar guarda memoria
de olas chocando contra rocas y cuerpos.
Mis manos
el tacto de tu piel
-poemas mojados-
una huella dactilar cayendo de mi ombligo abajo, sin retroceso.

Aún recuerdo cómo olía la playa aquel invierno,
el sabor de la sal
dentro de tu boca.

Olías a carne y algas, a espuma, a grito, a semen, 
a saliva

olías a viejo hotel, a colchón en llamas,
y a mí.

Llovía entonces, como ahora,
llovía y el mundo giraba
sin tenernos en cuenta.

Y el mundo giraba.
Y yo
me perdía.




"El olvido
no es un arte que cultiven los poetas"








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