
y recorrer el pasillo a oscuras por las noches,
asomarte a la ventana a fumarte un cigarrillo
y ver la luz mortecina de los nuevos vecinos.
Esa odiosa luz naranja.
Escuchar sus miserias de serial nocturno
-sabiendo que aún no han estrenado la cama-
Y tú, sola querida,
caminando a oscuras por la casa
acosada por el humo y las palabras
siendo apenas un susurro
entre la puta luz naranja.
2 comentarios:
Buenas...parece ser que de pasada te encontre y me prendi a leer los escritos, muy buen Blog, un gusto haberte leido...
te mando mis saludos..
florencia
"acosada por el humo y las palabras"
genial
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