Recogí toda la arena, grano a grano.
Nada queda ahora
en el ático invertebrado de la cabeza
sólo una huella dactilar en el ombligo
que no lavo
por miedo a que desaparezcas.
Nada queda ahora
en el ático invertebrado de la cabeza
sólo una huella dactilar en el ombligo
que no lavo
por miedo a que desaparezcas.
1 comentario:
Jolin Isa, qué tienen las playas... vaya mezcla de amor, encuentro y playa. Este poema es un espejo con todas las de la ley.
Un besote de los grandes.
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