Bienvenidos a Tierra de Nadie

lunes, 21 de diciembre de 2009

SONRISAS DE VAHO

Mañana a estas horas seré merluza congelada,
blanca y tiesa,
sin posibilidad de un buen revolcón sobre el microondas.

Si sigo así
llegaré a ser el plato principal
de la cena de noche buena.

No debería esperar pero espero,
sí, sí,
espero

sorda,

muda,

relegada al rincón:
Nadie puede verme,
nadie quiere hacerlo.

Pero al fin y al cabo
a quién le puede importar la niña del gorro

a quién
que ella te mienta, que yo lo sepa

a quién le va a importar
esta soledad muda en el ombligo
que me atenaza la voz

me despista el sueño.



a veces una chica necesita maltratarse el ego,
hacer magia.

1 comentario:

fabián morales dijo...

ya imagino dando vueltas y subidones en el microondas llevando un gorro rojo. Que imaginativo