Él no era poeta
era apenas un escupitajo, verborrea de libro,
de universidad.
Algo iba mal,
las ganas de escapar no eran suficientes:
las notas tiradas por el suelo,
aplastadas
toda esa música sin alma.
No, no era suficiente.
aunque se empeñara en declararse camino,
la única salida posible.
No era suficiente.
Acepté el lenguaje
aunque las palabras
no tuvieron más sentido.
Recogí la mugre,
todos mis recuerdos
y volví a caminar.
domingo, 15 de noviembre de 2009
sábado, 14 de noviembre de 2009
CON LA TELENOVELA DE FONDO
Me faltan alfombras
donde poder sentar los cansancios
a la hora de comer
alfombras para esperar la tarde
con poemas en el regazo
-como frutos de mi vientre-
con el té humeante
junto a los pies deformes.
Me faltan.
Sólo encuentro abortos de palabras,
migajas en los platos,
té frío sobre la mesa fría
a las cinco de la tarde
y el televisor ardiendo
con la telenovela.
Amor como sonido de fondo
sin amortiguar.
donde poder sentar los cansancios
a la hora de comer
alfombras para esperar la tarde
con poemas en el regazo
-como frutos de mi vientre-
con el té humeante
junto a los pies deformes.
Me faltan.
Sólo encuentro abortos de palabras,
migajas en los platos,
té frío sobre la mesa fría
a las cinco de la tarde
y el televisor ardiendo
con la telenovela.
Amor como sonido de fondo
sin amortiguar.
martes, 10 de noviembre de 2009
LA PEOR DE TODAS
Soy la peor puta
de todas las putas de putilandia,
sí señores,
una mala puta, la peor de todas.
Guardo semen en la piel como un coleccionista,
me lavo por partes el cuerpo
y al rasurarme esquivo los sentimientos
soy vulnerable,
lloro como una niña
y no debería ser así,
las buenas putas no lloran,
las buenas, buenas de verdad
no saben llorar.
Yo soy de las malas,
una mala puta,
la peor de todas:
sueño con hombres sin rostro
que me penetran
y yo les amo y les odio
y les acaricio la espalda por la mañana
antes de perder la impaciencia
y saber su nombre.
Debo ser la peor:
la exiliada,
la enferma
la que nunca cobra.
La puta que se deja besar
y encima cierra los ojos.
de todas las putas de putilandia,
sí señores,
una mala puta, la peor de todas.
Guardo semen en la piel como un coleccionista,
me lavo por partes el cuerpo
y al rasurarme esquivo los sentimientos
soy vulnerable,
lloro como una niña
y no debería ser así,
las buenas putas no lloran,
las buenas, buenas de verdad
no saben llorar.
Yo soy de las malas,
una mala puta,
la peor de todas:
sueño con hombres sin rostro
que me penetran
y yo les amo y les odio
y les acaricio la espalda por la mañana
antes de perder la impaciencia
y saber su nombre.
Debo ser la peor:
la exiliada,
la enferma
la que nunca cobra.
La puta que se deja besar
y encima cierra los ojos.
jueves, 5 de noviembre de 2009
DOMINGO
Masticar las horas
mientras sumerges la cabeza en el retrete
y te dejas morir.
Tendrías que rezar todas las oraciones que te enseñaron
antes de aprender lo que era el sexo,
la traición y el asco
pero la memoria no alcanza en los momentos críticos,
baja por la garganta hasta alcanzar el agua
se sumerge
y olvida.
Sólo el balbuceo
la arcada
la falta de aire
te hace levantar los ojos.
Respirar hondo. Empezar de nuevo.
mientras sumerges la cabeza en el retrete
y te dejas morir.
Tendrías que rezar todas las oraciones que te enseñaron
antes de aprender lo que era el sexo,
la traición y el asco
pero la memoria no alcanza en los momentos críticos,
baja por la garganta hasta alcanzar el agua
se sumerge
y olvida.
Sólo el balbuceo
la arcada
la falta de aire
te hace levantar los ojos.
Respirar hondo. Empezar de nuevo.
ARENA
DESPOJOS
martes, 3 de noviembre de 2009
CARTAS DESDE EL VAGÓN VII
Me faltan las palabras,
creo que volaron
con la última hoja del calendario
seguramente tuvieron miedo del frío.
No puedo culparlas
al fin y al cabo todos somos víctimas del miedo:
nos devora
hasta que encontramos la forma
de esquivarlo,
de enfrentarnos a él.
Y, bueno, aunque se tomen su tiempo
algún día volverán
y yo seguiré
con mis tres bolígrafos en el bolso
y el papel en la mano,
en los dientes,
en las entrañas,
esperando.
Mientras tanto
sigo mi camino
y aunque no te lo diga todos los días,
aunque no te tenga tan cerca como quisiera
siempre te llevo conmigo:
Fuiste,
eres
y serás
mi mejor poema.
creo que volaron
con la última hoja del calendario
seguramente tuvieron miedo del frío.
No puedo culparlas
al fin y al cabo todos somos víctimas del miedo:
nos devora
hasta que encontramos la forma
de esquivarlo,
de enfrentarnos a él.
Y, bueno, aunque se tomen su tiempo
algún día volverán
y yo seguiré
con mis tres bolígrafos en el bolso
y el papel en la mano,
en los dientes,
en las entrañas,
esperando.
Mientras tanto
sigo mi camino
y aunque no te lo diga todos los días,
aunque no te tenga tan cerca como quisiera
siempre te llevo conmigo:
Fuiste,
eres
y serás
mi mejor poema.
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