Bienvenidos a Tierra de Nadie

sábado, 23 de abril de 2011

je suis le poème

No se puede empezar de cero.

Soy consciente de que lo que hoy soy se lo debo, para bien o para mal, a todo lo que he vivido anteriormente. Soy parte del pasado. Soy futuro incierto. Poca cosa, apenas nada. Para la gran mayoría soy parte del recuerdo, y no me quejo.

Tampoco es que quiera empezar de cero. Tengo claro que esto ha sido sólo parte del camino.

(-¿qué nos queda por vivir?

-a saber, amigo…)

Vivía sola, no hace mucho. Hacía y deshacía a mi antojo. Eso no quiere decir que fuera más feliz, ni mucho menos. Sí que era más libre, pero también era más inocente, más crédula, y más yo, por fuerza.

He cambiado. Mi entorno ha cambiado. También lo han hecho mis prioridades.

Perder para ganar…cosas de la batalla, o del amor.

Ya no escribo a diario. No doy mi vida a cambio de un poema. No busco musas. No busco nada. Las noches se han convertido en un asunto de dos. He perdido poemas a cambio de un hueco en el sofá, a cambio de unos brazos, a cambio de cariño.

Y a veces no sé a quién traiciono cuando me meto en este cuarto a aporrear las teclas, o cuando lo abandono.

No soy poeta:

Soy el poema en sí…

……………………..

Y todavía algunas noches salgo de caza

y encuentro cuerpos empapados en desolación o en deseo

y utilizo sus teclas invisibles, su tinta invisible, su saliva

para crear versos invisibles, besos,

donde se me ama y amo (cosa que no sé si sé hacer)

y muero y vivo, y muero de nuevo

hasta dar con la entonación exacta del verso

-siempre llena de dolor-

para abandonarlo después.

(¡qué corra libre!)


Porque el poema está hecho para volar

y el poeta para verlo marchar,

sufrirlo en silencio.

No hay comentarios: