Bienvenidos a Tierra de Nadie

jueves, 11 de septiembre de 2008

ACEPTAR SIN ACERTAR



No queda nada,

apenas
un poema
hundido en el barro
y una anécdota de besos
durmiendo en los labios.

Podemos aceptarlo
sin hacer sitio al arrepentimiento,
todo iría bien.

Aceptar el daño,
la lluvia
que, en silencio,
acabó con Abril.

Aceptar el sueño,
declararnos pesadilla,
asumir
que somos parte

de una imperfección
casi perfecta.

Sangre. bilis. Guerra. Hambre.

Podemos
callarnos sumisos.
Aceptar. No ser.

Podríamos
meter la cabeza
entre las piernas,

dejar de respirar,

reencontrarnos vivos.

Morir de una vez.

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