
No queda nada,
apenas
un poema
hundido en el barro
y una anécdota de besos
durmiendo en los labios.
Podemos aceptarlo
sin hacer sitio al arrepentimiento,
todo iría bien.
Aceptar el daño,
la lluvia
que, en silencio,
acabó con Abril.
Aceptar el sueño,
declararnos pesadilla,
asumir
que somos parte
de una imperfección
casi perfecta.
Sangre. bilis. Guerra. Hambre.
Podemos
callarnos sumisos.
Aceptar. No ser.
Podríamos
meter la cabeza
entre las piernas,
dejar de respirar,
reencontrarnos vivos.
Morir de una vez.
apenas
un poema
hundido en el barro
y una anécdota de besos
durmiendo en los labios.
Podemos aceptarlo
sin hacer sitio al arrepentimiento,
todo iría bien.
Aceptar el daño,
la lluvia
que, en silencio,
acabó con Abril.
Aceptar el sueño,
declararnos pesadilla,
asumir
que somos parte
de una imperfección
casi perfecta.
Sangre. bilis. Guerra. Hambre.
Podemos
callarnos sumisos.
Aceptar. No ser.
Podríamos
meter la cabeza
entre las piernas,
dejar de respirar,
reencontrarnos vivos.
Morir de una vez.
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