Bienvenidos a Tierra de Nadie

jueves, 10 de julio de 2008

LLORO SIN REMEDIO

Lloro porque me da la gana,
¿a quién le voy a dar explicaciones?
Lloro porque me duelen los dedos de maltratar al papel.

Vivo
en este espacio en blanco,
con las leyes de la ausencia
condenando mis silencios.
Vivo,
porque sí,
porque no hay remedio ni cura
para esta enfermedad sin nombre.

Sólo me faltas tú,

y si regresas

será tarde;

mis brazos se cerraron
en una tarde de recuerdos.
Me cansé de esperar
amaneceres
que llevaran tu olor.

No necesito más
que un segundo en el minutero,
sola,
sin piel
ni ganas de salvarme.
Sin ti.

Sólo necesito llorar
como llora el niño
en el cementerio:

sabiendo que el dolor
no le devolverá aquello
que un día
murió.

1 comentario:

Gittana dijo...

Lagrimas que purifican el dolor... lagrimas que salvan la agonía de los recuerdos...