Bienvenidos a Tierra de Nadie

lunes, 2 de junio de 2008

UN MAL MENSAJE

Era un mal mensaje
metido en una botella.
Cerveza inundando poemas
dejando vacío el hueco,
la ausencia.
No hubo un mártir
que fingiera querer estar
sobre la cruz
y la muerte se quedaba
inmóvil esperando
nuestros brazos.

Casi reconozco
el sonido de las piedras
y el tintineo constante
de los brindis por el fin.

Y es que había minutos
en que no nos importaba nada.

La brecha latente sobre el escenario
con todas las despedidas
maquillándose entre bambalinas.
Muñecos inconscientes
y tu y yo
como dos actores
fingiendo
el disfraz que nos sostiene
casi vivos día a día.

Y es que hubo minutos
en que no nos importaba nada.

La noche se viste de puta
y esta última nos salió cara.
El poema navegando en saliva
y la cerveza encallada en el mar.

Y volvimos a beber
dejando nuestra muerte en blanco
inundando sólo la sonrisa

y es que había minutos
en que no nos importaba nada.

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