Tu ribete se disfraza
de un circo de enanos
que escuchan atentos
las palabras
de un señor.
Fingimos.
Todos fingimos,
fingimos querer
ser quien somos
y encendemos velas de color azul
porque tu dices
que en su fuego habita él
y nada es cierto,
y nada es falso
y elevamos un salmo
por su presencia inesperada.
Y a mi
se me olvido leer
y no supe rezar
ni elevar una cruz sobre el pecho
pero leo un salmo
que habla sobre hombres muertos
y tu no estas en él.
Solo sé mirar al suelo
de un circo de enanos
que escuchan atentos

las palabras
de un señor.
Fingimos.
Todos fingimos,
fingimos querer
ser quien somos
y encendemos velas de color azul
porque tu dices
que en su fuego habita él
y nada es cierto,
y nada es falso
y elevamos un salmo
por su presencia inesperada.
Y a mi
se me olvido leer
y no supe rezar
ni elevar una cruz sobre el pecho
pero leo un salmo
que habla sobre hombres muertos
y tu no estas en él.
Solo sé mirar al suelo
avergonzada
y sé que el cura ha notado
que no creo en dios.
Y me toca leerte un salmo,
a ti,
que nunca pisaste una iglesia,
a ti,
que solo rozabas el fuego
en el humo del tabaco,
a ti,
que supiste engendrar una fe
que no habitaba en un templo.
a ti...
¡Válgame dios!
y no dije la ultima frase
esa de...ya sabes...
"en el nombre del señor"
y se apagó la vela
y todo lloró.
y sé que el cura ha notado
que no creo en dios.
Y me toca leerte un salmo,
a ti,
que nunca pisaste una iglesia,
a ti,
que solo rozabas el fuego
en el humo del tabaco,
a ti,
que supiste engendrar una fe
que no habitaba en un templo.
a ti...
¡Válgame dios!
y no dije la ultima frase
esa de...ya sabes...
"en el nombre del señor"
y se apagó la vela
y todo lloró.
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