No soy nada
en estas sábanas húmedas,
sólo el olor a humo
conoce el tacto de mi pelo.
Me gusta
saborear el amanecer desde la almohada,
sintiendo su viento fresco
arañando las fibras de mi espalda.
Me gusta saber
que aun queda el límite de una noche
ronroneando el universo.
Manchada y vagabunda
con el rastro de tu nombre
hecho liquido en mi cuerpo,
me recuerdo
dentro de tu boca
a cuerpo entero.
Salvando las distancias
de querer ahogarme en tu saliva.
Hoy,
sucia,
delante del espejo
observo las lindes
de otras tardes como esta
donde resurgía
de una muerte más
entre jadeos.
Buscando el horizonte
que nunca me lleva a ningún lado.
Buscando la caricia
como extensión de mi piel.
Buscando el camino
que sólo yo sé buscar
en el huracán tardío
epicentro de tu ombligo
donde me pierdo
y buceo
y trago el agua
de otra muerte diferente,
exacta como esta,
de la que sólo puedo salvarme
estando juntos
piel con piel.
2 comentarios:
UN POEMA MAS SUAVE Y SUTIL... NO ES TAN FUERTE COMO EL RELATO DE MAS ARRIBA....
no tienen nada que ver...menos mal!!cada uno de ellos tiene su historia y su momento, y por suerte, nunca se juntaran
besazos wapa
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