Bienvenidos a Tierra de Nadie

sábado, 26 de abril de 2008

El día que Dorothy encontró a Ash

El día que llegaste
no había nada en ti que no supiera.
Eras una imagen
hecha de palabras,
hambrientas palabras
que hablaban de ti.

No había nada
que no esperara
mientras veía como el ego
rompía mis espejos.

El ansia roba mis canciones
y a veces llora y escribe
y es como si no estuvieras.
Pero un arco iris se dibuja
entre tus ojos
y veo el mar
y ahogo el ansia,
el hambre,
las ganas de morir.

Hay días que te regalo sonrisas
y llega la lluvia a inundar mi ventana,
y sé que tu también sonries
aunque no te pueda mirar.
Ahora tengo una imagen
de alguien que se parece a ti,
al que le sobran las palabras.

El día que llegaste
rompí todas mis barreras,
acabé con el miedo,
me reflejé en tu mirada
y a veces te dediqué algún sueño
escondida tras unos versos.

Hoy estos no valen nada
nacen de la esencia
más pura,
de los nervios,
de querer beberme el mundo,
de saber como abrazas,
de saber,
saber
que las promesas
carecen de importancia.

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