Bienvenidos a Tierra de Nadie

sábado, 26 de abril de 2008

LA CANCIÓN

La canción suena triste
cuando la canto
en tu oído,
nadie supo nunca
las notas que la formaban.

Canté mientras moría
la ultima canción.
Aleteaban sus nostalgias
traspasando partituras
y odios
y olvidos
y algo más
que nunca quise recordar.

Canté mientras vivía
entre ceniceros
sucios,
llenos de mentiras,
y mi boca sólo
era el recipiente
donde aparcar
las derrotas,
el parking
abierto las veinticuatro horas
sólo para ti.

Canté mientras dolía,
mientras tuve claro
que el escozor
permanecía intacto
más allá de toda la mierda
que habita el mundo
y que me habita hoy
en este lugar
donde me ensucio el alma
para quitarme tu olor.

Canté mientras llovía
y supe
que en mis ojos
siempre habitarías tu,
bajo la tormenta
sobre el rayo
recordándome
que cantar
es igual a vivir,
a morir
a olvidar
a follar.

Cantar
junto a tu oído,
sentir las notas
mudas
desnudas
acariciando mi piel,
con un sabor agridulce,
eterno.
La canción suena triste
hoy que se sabe tuya.

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